
Uno de los sismos más recordados, en la historia de Puebla, es el que tuvo lugar la tarde del 15 de junio de 1999, con una magnitud de 7.0 en la escala de Richter, su epicentro se ubicó a 20 kilómetros al sur de Tehuacán y tuvo una duración de 45 segundos.
Dejó a Puebla marcada por la destrucción de edificios históricos, incluidos valiosos tesoros arquitectónicos que forman parte del legado colonial de la región.
El impacto no solo se sintió en Puebla, sino que afectó a siete estados como Oaxaca, Tlaxcala, Veracruz y el entonces Distrito Federal.
El sismo tuvo una profundidad de 80 kilómetros lo que provocó que el movimiento fuera intenso, afectando profundamente la infraestructura local.
En Puebla, de acuerdo a los registros 20 personas fallecieron, entre ellas 15 en la región de Tehuacán, mientras que más de 200 resultaron heridas. Los daños materiales fueron catastróficos, especialmente en viviendas construidas con adobe y en edificios de más de un piso.
Los municipios más afectados incluyeron Heroica Puebla de Zaragoza, Amozoc de Mota, Atlixco, Cholula y Tehuacán, entre otras localidades.
Entre las estructuras afectadas, destacan importantes edificios religiosos, como el ex convento del Carmen, que sufrió grietas en su torre de campanario, y la Capilla Real del ex convento de San Gabriel en Cholula, donde una cúpula colapsó.
La infraestructura básica también sufrió daños, con cortes en el suministro de energía eléctrica y de agua potable, que tardaron hasta dos días en ser restablecidos.