
Tiempos difíciles se viven al interior de la Buap; en donde ya no se ve lo duro, sino lo tupido, y pareciera que las cosas se van a poner mucho peor, debido a que ante la crisis que prevalece la administración de Alfonso Esparza Ortiz, que no acaba de atinarle a una medida adecuada a las circunstancias de las demandas en su contra, los cómplices capturados y todo lo demás, y por el contrario, prolonga su dolor y agonía, mediante una serie de medidas y actitudes que de poco le van a servir, frente a las circunstancias actuales.
De entrada, hubo una reunión a puerta cerrada (como acostumbran, con la opacidad por delante) el pasado viernes 23 de octubre, en la que se fijaron estrategias para burlar la ley y no otra cosa, consistentes en echarle la culpa a la pandemia por su silencio y opacidad, argumentando que debido a la contingencia sanitaria, las medidas serán:
1.-no habrá informes de ningún tipo
2.-no habrá contestaciones a ninguna petición, vengan de quien vengan
3.-no habrá contestación legal a ninguna demanda, bajo ninguna causa
4.- no se darán citas presenciales a nadie con el rector
Lo anterior se dio; luego de que se publicara en este medio, la obligatoriedad de la Buap de contestar el pliego de preguntas formuladas por medios legales, por el doctor en derecho Arturo Rivera Pineda, quien como ya se ha dicho le ganó legalmente a la Buap, el derecho a que le informen cuánto se gastó la Buap en el instituto fantasmal denominado “instituto de investigaciones jurídico-políticas” de la facultad de derecho y ciencias sociales de la Buap, así como la captura de dos presuntos operadores financieros del rector multicitado.
Ante ello, y como parte de todo lo referido la Buap emitió un documento ante el órgano correspondiente, informando lo que ya se ha dicho; que de plano van a contestar cuando reanuden labores, o sea para los primeros días de agosto de 2021, luego de las elecciones en las que pretende participar el aún rector Alfonso Esparza Ortiz.
José Carlos Bernal Cheché, se le indisciplina al tío Ponchito
Se sabe que igualmente, por la vía del albazo; el quijotesco personaje José Carlos Bernal Suárez, conocido en el mundo de las bajas pasiones como: “Cheché” se quiere ir por la libre, desoyendo las indicaciones del tío Ponchito, y junto con una camarilla de aduladores tratará de ser rector ignorando que la decisión ya ha sido tomada a favor de Lupita Grajales Porras, secretaria general de la Buap.
Por lo anterior, trató junto con un grupo de consejeros universitarios, imponer la disyuntiva de competir de algún modo (¿cuál…?), con Lupita Grajales Porras, quien es la elegida para rectora sustituta, en ausencia de Alfonso esparza, la pregunta es: ¿sabrá Beatriz Gutiérrez Müller que ya le crecieron los enanos al rector de la Buap, y que muy posiblemente le den golpe de estado?, ¿lo sabrá gobernación del estado que la Buap está a punto de caer en la anarquía gracias a los apetitos de Cheché Bernal?, ¿sabrá Lupita Grajales Porras que ya se le salió del guacal Cheché?; que conste que sólo son preguntas…
Cabe destacar que ya hay acuerdos de muy alto nivel para que Alfonso Esparza Ortiz deje rectoría muy posiblemente antes de diciembre, en ellos no se tiene contemplado a José Carlos Bernal ni para proseguir en la vicerrectoría, por lo que éste desacato secreto y rinconero, que a espaldas de Alfonso Esparza lleva a cabo José Carlos Bernal, pueden ser un dolor de cabeza para todos
Por último, publicaremos la carta del catedrático Arturo Rivera Pineda en la que le pide la renuncia al aún rector de la Buap, su contenido lo explica todo, no necesita intérprete.