
No cabe duda de que el fanatismo no tiene límites, muestra de ello es lo ocurrido en San Nicolás de los Ranchos, donde Francisco Sales Cruz, párroco de dicha comunidad, ordenó que su imagen apareciera en una pintura de La Última Cena sustituyendo al apóstol Santo Tomás.
De acuerdo con Diario Cambio, el argumento del párroco es que quería estas más cerca de Cristo por lo que pidió a un pintor colocara sus rasgos físicos en la obra de arte de la parroquia.
Los feligreses señalaron que el retratista dio a conocer que fueron órdenes del mismo párroco, quien pidió sustituir a Santo Tomas y colocar algo similar a sus rasgos físicos e incluso la tez morena.
Como era de esperarse, los vecinos de San Nicolás de los Ranchos denunciaron los hechos, indignados por este capricho «divino», y pidieron que realice la corrección en la pintura.
La última cena es una pintura mural original de Leonardo da Vinci ejecutada entre 1495 y 1498. Se encuentra en la pared sobre la que se pintó originariamente, en el refectorio del convento dominico de Santa Maria delle Grazie, en Milán, declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1980