
Fred Estrada para The Puebla Times
La gobernadora Lorena Cuéllar Cisneros de manera innecesaria pone en riesgo la salud de los habitantes de Apizaco, Huamantla, Panotla y Zacatelco, con la pretendida anuencia de las autoridades federales.
En una acción temeraria e inusitada, mediante la Secretaría de Medio Ambiente, amenaza con dejar de recibir en los rellenos sanitarios que opera el gobierno del estado de Tlaxcala, los residuos sólidos urbanos de esos municipios.
Y lejos de anteponer el beneficio de las y los tlaxcaltecas a los que debe servir, y adoptar una postura flexible, como si no contara con suficiencia presupuestaria, pide el pago de 11 meses de los derechos causados por la prestación del servicio de recepción de los residuos solidos urbanos de esos municipios.
Poco le importa a la gobernadora y su equipo de colaboradores, evidentemente las razones de fondo que puedan tener los presidentes de esos municipios para no cumplir con sus obligaciones como si lo han hecho otros 56 ediles.
De manera irresponsable adopta una posición cerrada en lugar de buscar el establecimiento de un mecanismo que les permita realizar de manera diferida el pago comprometido.
Ni siquiera plantea la posibilidad de una mesa de diálogo, para analizar la situación y anteponer los intereses de la ciudadanía.
Por el contrario, la administración que encabeza Lorena Cuéllar Cisneros amenaza con la implementación de un operativo por parte de la Profesa, Propaet, Protección Civil, Comisión Estatal para la Protección Contra Riesgos Sanitarios (Coeprist), y Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC), para evitar que los residuos de esos ayuntamientos sean depositados en otros sitios.
Es claro que la medida de presión, rebasa el ámbito coercitivo y en el extremo coloca en serios predicamentos a los habitantes de Apizaco, Huamantla, Panotla y Zacatelco.
Puede argumentar que se requiere del pago para realizar las labores de recepción, tendido, acomodo, empuje, compactación y cubierta de volumen de residuos que son depositados en los Sitios de Disposición Final, pero eso no justifica la adopción de una medida desproporcionada y extremista como la adoptada.
Con la adopción de esta medida de corte coercitivo, Lorena Cuéllar Cisneros deja en claro que antes que el bienestar de las y los tlaxcaltecas, parar su administración está la recaudación de recursos.
Lo bueno es que uno de los principales preceptos de la 4T era primero los pobres.
Pero con esta acción, todos sus argumentos se van a la basura.