Tras el vertiginoso camino que ha tomado el rector de la Buap Alfonso Esparza, en el que prefirió el enfrentamiento al diálogo, la contienda mucho antes del acuerdo, la reyerta por encima de la transparencia, y la confrontación antes que la negociación; hoy se encuentra en la picota, asomando vistos de fatiga política, en el que sus contendientes y enemigos lo han cercado; aunando la negativa del gobierno del estado, a pasar por alto la opacidad, el daño económico y el desfalco en el que ha caído la administración de la rectoría de Alfonso Esparza, dejando ver su cruel destino cada día que pasa, junto con una actitud irreductible, que de nada servirá para su defensa, y con un puñado de incondicionales que empiezan a traicionarlo.
Cabe destacar que durante los días pasados, las cosas no han salido del todo bien; pues tras ir a la Comisión Nacional de Derechos Humanos, a dejar su queja por lo que para el rector constituye una persecución política, fue llamado de una influyente oficina del gobierno federal; para ser persuadido acerca del rumbo que debe de tomar, y sugerirle que renuncie, para no entorpecer las investigaciones, y así poder atisbar las responsabilidades administrativas correspondientes.
Todo ello es un secreto en la rectoría, secreto que nos ha sido revelado y que en exclusiva lo damos a conocer en The Puebla Times;por lo que ahora ya sabemos que el respaldo federal como tal no existe, al menos en los términos en los que lo gritan sus incondicionales de Alfonso Esparza, pues si bien es cierto habrá un procedimiento por seguir en las indagatorias, éste no será al contentillo del rector; y ahora se encuentra frente al abismo, en el que va a tener que elegir, si es él o sus hijos (Adad y Luza), quienes enfrenten a la justicia desde la cárcel, hasta esclarecer sus actividades administrativas en el servicio público de la Buap, y sus no muy claros negocios y actividades empresariales de Adad Esparza su hijo, cuyo padre el hoy rector, se encuentra desamparado, con sus enemigos afilando los cuchillos para ajustar cuentas, por su arrogancia, ineptitud, soberbia, arbitrariedad, ceguera, incompetencia y necedad.
Cheché Traiciona vilmente a Esparza
En medio de tan agreste escenario; aparece de la picaresca poblana el inefable Cheché, quien fiel a su estilo, decidió probar suerte y mandar a un propio con un mensaje dirigido a Casa Aguayo que nunca llegó, pues no fue tomado en cuenta con seriedad y desechado de entrada, en el que se ponía de tapete con el gobierno del estado, firme y dispuesto a traicionar al rector Esparza, ofreciendo todo tipo de prebendas a cambio de ser bien visto como rector sustituto; por lo que al respecto surgen las interrogantes más conspicuas….¿sabrá Alfonso Esparza Ortiz que Carlos Bernal Suarez (Cheché), ya fue a tocar las puertas de Casa Aguayo, en busca de un espacio a sus sediciones?, ¿sabrá que ya quiere emprender la graciosa huida y salvar el pellejo no importándole socavar aún más a su mentor?, ¿tendrá conocimiento de todo esto Lupita Grajales Porras?
Por lo sabido es que Cheché ya quiere zafarse de todo esto que se ha suscitado, y quiere arrimarse a cualquier cobijo, bajo cualquier circunstancia, con base en cualquier traición al grupo esparcista, no importándole lo peor, pues para él lo peor ya es una realidad, y nada más cómodo que traicionar al clan dominante, con tal de no salir del presupuesto, a costa de la más deshonrosa de las traiciones; asunto que conoce bien del todo, pues si traicionó y socavó a Diana Hernández, a Jorge David Cortés Moreno y a Santiesteban; nada raro tendría pues traicionar al rector Alfonso Esparza, es parte de su génesis y naturaleza, no hay porqué espantarse, así es… genio y figura hasta la sepultura, o lo que es lo mismo: “árbol que nace torcido, su tronco jamás endereza”
Finalmente basta informar, que poco falta para que las acciones legales se ejecuten; y que lo único que ha logrado Alfonso Esparza con su queja ante la CNDH, es prolongar aún más su agonía, agregándole una buena dosis de dolor y tragedia, a esta comedia en la que ha convertido el final de su administración, y cuyos errores le han costado el prestigio, la honra y provocado un descrédito inconmensurable, que le podría conducir a la cárcel.