Claudio De la Llata 
Tras varias semanas de darle seguimiento a la problemática imperante en la máxima casa de estudios del estado, nos enteramos al igual que todos los poblanos de las demandas interpuestas por la Auditoría Superior del Estado (ASE); ante la Fiscalía General de Justicia, por los delitos de operaciones simuladas por un monto de 264 millones de pesos, abuso de autoridad y tráfico de influencias, e incumplimiento de un deber legal.
Cabe destacar que la información a detalle, muestra que fueron presuntamente 264 millones 739 mil 261 pesos la cantidad señalada, que se pagó por unas facturas apócrifas, y que además fueron elaboradas por empresas que el SAT considera como fantasmas; igualmente se sabe que también hay cargos por no entregar la información requerida por el primer auditor de la ASE, Francisco Romero Serrano, y todo esto hace que las cosas en la Buap se compliquen; además todo pareciera suponer, que Alfonso Esparza tiene ya un pie metido en el cereso de San Miguel.
Aún no se sabe cuál va a ser la respuesta del tío Ponchito, pero lo que si es cierto es que Francisco Romero Serrano, titular de la ASE, ha encontrado la manera para poder descubrir los desvíos del presupuesto universitario, asunto en el que no va solo Alfonso Esparza, pues también han sido indiciados:
1.-Rosa Isela Ávalos Méndez, en su carácter de abogada general de la Buap
2.- Mayela Martha Delong Carsolio, ex contralora general de la Buap en el periodo 2012-2016
3.- Héctor Granados Rodríguez, contralor general actual
4.- Oscar Gilbón Rosete, tesorero
Por otro lado, ha trascendido una información no comprobada en el sentido de que serán el titular, y el ex titular de la dirección de comunicación social de la Buap; quienes sean indiciados por prácticas similares a las denunciadas, puesto que el manejo financiero del recurso de la comunicación social de la Buap, ya está siendo revisado y parece que los números no cuadran…
Igualmente se ha hecho saber y lo hemos corroborado con las autoridades respectivas, la detención de Jorge Alberto Torres Fernández y María de los Ángeles Marreros, con la causa penal 2930/ 2020/ Puebla por el delito de operaciones con recursos de procedencia ilícita, quienes además, presuntamente serían identificados como operadores financieros de Alfonso Esparza Ortiz… vaya lío que se avecina, con dos cómplices capturados.
Todo lo anterior se concatena con las observaciones en curso hechas por la Auditoría Superior de la Federación, en donde destacan la torre de rectoría, las obras inexistentes en la torre médica, los señalamientos de Arturo Rivera Pineda, que ha logrado obligar a la Buap a que diga cuánto se gastó en el fantasmal Instituto de investigaciones jurídico-políticas en la facultad de derecho y ciencias sociales de la Buap, los reclamos de la toma de nota del SUNTUAP, y las marchas que van a protagonizar, en fechas próximas los trabajadores del ASPABUAP, que también saldrán a las calles a desquiciar el tráfico por cuenta del tío Ponchito, y su indolencia para hacerse cargo de lo fundamental en la institución; más lo que se acumule la semana próxima, que me dicen, será poco menos que terrible y apocalíptica para Alfonso Esparza.
Tras el cataclíptico escenario, finalmente basta decir que los días de Alfonso Esparza están llegando a su fin, y que con el paso de las semanas, la tesis emitida en ésta columna se está cumpliendo y vaya de qué manera; la próxima rectora será Lupita Grajales Porras, y será rectora antes de que termine el año, y la suerte legal de Alfonso Esparza es incierta, además de que va a salir por la puerta de atrás como las criadas, junto con José Carlos Bernal, quien además presumiblemente, tendrá que rendir cuentas ante la autoridad competente, por el manejo discrecional de los fondos de la dirección de comunicación social de la Buap, con lo que un oscuro fin les espera tanto al rector, como al vicerrector de la augusta institución, y que por tanto tendrán que hacer algo más de lo que ya están haciendo, para poder sortear estos retos penales que se les avecinan.
