LUCHA FRONTAL CONTRA LA INSEGURIDAD Y CORRUPCIÓN EN EL PRIMER AÑO DE BARBOSA
Por Fernando Hoyos
El pasado sábado 1 de agosto se cumplió el primer año de gobierno de la primer administración morenista en el estado, a cargo de Luis Miguel Barbosa Huerta, quien se ha caracterizado por tener mano dura contra la delincuencia y la corrupción que le dejaron los “morenovallistas” que estuvieron gobernando la entidad poblana por 8 años.
Lo que hoy se puede destacar en los primeros 12 meses del gobierno de Barbosa, sin duda alguna, es el desmantelamiento de bandas delincuenciales y del crimen organizado que operaban al amparo del poder, fruto de la maldita herencia que dejaron los Moreno Valle y de la complacencia de las autoridades municipales.
Para esto se adquirieron mil patrullas y se contrató a más elementos policiacos con un reciente aumento salarial y se puso a trabajar en verdad a la Secretaria de Seguridad Pública, ya sin “compromisos”, y dignificando su labor para con la sociedad poblana.
Sin embargo, no se puede tapar el dedo con un sol como a muchos les gustaría, o como se hacía en el pasado, pues hay que admitir que delincuencia estaba tan desbordada que en Puebla capital, pues no es ningún secreto que los guardianes de la seguridad estaban coludidos hasta las narices cumpliendo con órdenes de sus jefes, los Moreno Valle. Sin embargo, Barbosa Huerta ha demostrado que no le tiembla ni le ha temblado la mano para actuar en contra de los criminales; incluyendo los de cuello blanco.
Hoy gracias a esas acciones, los índices delictivos han bajado en la entidad poblana, según datos del Secretariado Ejecutivo de Seguridad Pública Nacional. Luego de que se desmantelaron más de 62 bandas criminales y se metieron a la cárcel a más de 2 mil 500 presuntos delincuentes.
No obstante, y pese a que mucho se ha trabajado y avanzado en este primer año de gobierno, aún faltan más acciones de seguridad pública en el interior del estado, como es en la sierra norte, mixteca donde hay violencia, robos de vehículos y hasta de ganado, y ejecuciones a cada rato como es el caso de los municipios de Acatlán de Osorio, Tepexi, Chiautla, Atlixco e Izúcar de Matamoros.
LA LUCHA CONTRA LA CORRUPCIÓN, BANDERA DEL GOBERNADOR
El gigante botín de corrupción y la gran red de negocios dejados por el morenovallismo, no tenía límites, ya que se llevaban hasta los centavos, pues no es ningún secreto el hecho de que desde los verificentros, acaparamiento de espectaculares en todo el estado y principalmente en la zona de Angelópolis, concesiones de todo tipo, como la venta de notarías, compra de uniformes escolares, el monopolio de la obra pública y un sinfín de negocios, que poco a poco, el gobernador Barbosa ha ido desmantelando.
Como prueba de que va en serio en contra de la corrupción, metió a la cárcel al presidente municipal de Tehuacán quien desvió más de 300 millones de pesos.
Posteriormente siguió con el considerado pez gordo del morenovallismo: Eukid Castañón Herrera, personaje siniestro y maquiavélico de Rafael Moreno Valle, quien fue el brazo ejecutor para operar temas políticos, financieros como era saquear el dinero del erario público de Puebla y financiar campañas políticas de los gobernadores panistas de Tamaulipas, Querétaro y Quintana Ro por mencionar algunos.
Otro funcionario público que cayó en desgracia y fue a parar tras las rejas, fue el Oficial Mayor de la Secretaria de Educación Pública del estado de Puebla, quien
compró miles de uniformes escolares, donde se gastó más de 379 millones de pesos.
Por cierto uniformes que no le quedaban a los alumnos y material que era de pésima calidad, y esto lo hizo este personaje en las administraciones de Moreno Valle, Tony Gali y Pacheco Pulido, por lo que hoy es investigado por fraude.
Se dice que debido a las denuncias de corrupción que Barbosa Huerta ha realizado a la Unidad de Inteligencia Financiera, se tiene detectados a otros funcionarios de la era morenovallista, como es el caso de él exsecretario de Finanzas Eduardo Tobilla Lara y Raúl Egremy Palomeque, director de egresos, a quienes ya les congelaron sus millones mal habidos.
Y seguramente en el 2021 en el país y en Puebla van a caer más cómplices de Rafa para desgastar al PAN, pero esta será en tiempos electorales.
UN GOBIERNO AUSTERO Y CON VOLUNTAD CIUDADANA
El gobernador poblano ha afirmado que, a un año de su gobierno, ha cumplido con los poblanos, lo cierto es que no hay una forma de medir los indicadores por dos motivos concretos, el primero tiene que ver en que los primeros cinco meses de gobierno le dejaron el presupuesto muy manoseado y comprometido, luego en el 2020 la pandemia del Covid-19 prácticamente paralizó el mundo, México y sin duda a Puebla.
Veamos en los primeros 5 meses de gobierno del 1 de agosto al 31 de diciembre de 2019, casi nada pudo hacer el mandatario poblano, ya que los recursos del estado ya estaban etiquetados en programas y obras donde sencillamente ya no le toco decidir, luego de que Guillermo Pacheco Pulido, el anterior y efímero gobernador de solo seis meses, ya había comprometido el dinero de las y los poblanos.
Y aunque es difícil evaluar el primer año de gobierno de Luis Miguel Barbosa Huerta, lo rescatable del gobernador del estado es su lucha frontal contra la inseguridad, la corrupción y su lucha contra el covid-19. Esto lo podemos ver en el buen manejo que ha tenido en Puebla con la pandemia del Coronavirus donde se ha impuesto y no ha dejado que la federación manipule las cifras, asimismo, hay que señalar que ha invertido desde un inicio recursos del estado en equipamiento de hospitales y compra de medicamentos.
A lo anterior se suma el hecho de que hay dos iniciativas de ley que envió al Congreso del Estado, la cuales abordan la legislación electoral para terminar con los excesos en la publicidad en tiempos de campañas políticas y la de la eliminación del fuero; ambas aprobadas en beneficio de los poblanos.
Por lo mencionado y más, a pesar de que en un inicio el mandatario ejerció con las manos, prácticamente atadas (con un presupuesto dado y decisiones tomadas con anterioridad, respetando intereses políticos) y que ahora la pandemia que azota al mundo entero y ha provocado una crisis sin precedente, se puede afirmar que Barbosa Huerta tiene todos los argumentos y pruebas necesarias para ir con la frente en alto y asegurar que quien decide el destino político de los poblanos, tiene voluntad para hacer las cosas bien y quiere trascender en la historia de Puebla, para lo que seguirá seguramente ejerciendo un gobierno humano austero, y con sentido social.