Saúl Hernández 
La presidenta Claudia Sheinbaum expresó su inconformidad ante la reciente decisión del gobierno de Estados Unidos de imponer aranceles del 50% al acero y al aluminio, medida que calificó como desproporcionada y carente de fundamentos frente al marco del actual tratado comercial entre ambos países.
Durante un pronunciamiento público, Sheinbaum respaldó las declaraciones del secretario de Economía, Marcelo Ebrard, al señalar que estos gravámenes resultan «injustos» para México, pese a que se aplican de forma generalizada a diversos países. La mandataria sostuvo que esta acción carece de justificación legal, especialmente considerando los acuerdos establecidos en el T-MEC.
“Nuestra obligación es proteger a quienes trabajan en esta industria y a la economía del país”, afirmó, subrayando que el gobierno federal ya está tomando cartas en el asunto.
Sheinbaum informó que el miércoles 4 de junio sostendrá una reunión directa con representantes del sector del acero y el aluminio en México, mientras que Marcelo Ebrard se encuentra en Washington en negociaciones con funcionarios estadounidenses para tratar de resolver la situación por la vía diplomática.
No obstante, la presidenta fue clara al advertir que, si no se logra un acuerdo favorable, el gobierno mexicano no dudará en anunciar medidas concretas la próxima semana para enfrentar los nuevos aranceles, aunque descartó una reacción hostil. “No será una respuesta basada en la venganza, pero sí en la firmeza. México debe protegerse y fortalecerse”, puntualizó.
Con este posicionamiento, la administración federal deja claro que defenderá los intereses de la industria nacional frente a decisiones externas que puedan comprometer su estabilidad y el bienestar de miles de trabajadores mexicanos.
