Saúl Hernández 
El volcán Etna, el más grande y activo de Europa, ha vuelto a despertar con fuerza. Situado en la isla de Sicilia, en el sur de Italia, el coloso lanzó al cielo una imponente columna de humo y material incandescente, acompañada de potentes explosiones y una colada piroclástica que descendió por su ladera sureste.
Pese al espectáculo natural que ofreció incluso a simple vista desde la ciudad de Catania, las autoridades han descartado, por ahora, que represente un peligro directo para la población. La actividad volcánica no ha superado el Valle del León, una depresión natural situada a 2.800 metros de altitud que actúa como barrera natural.
El Instituto Nacional de Geofísica y Vulcanología (INGV), que monitorea constantemente la montaña, confirmó a través de cámaras térmicas la presencia de flujos de lava, gases y material piroclástico. Según los expertos, esta nueva fase eruptiva podría haberse originado por el colapso parcial del cráter sureste del Etna.
En su último informe, el INGV señaló que el volcán muestra un aumento considerable del tremor —una vibración sísmica constante relacionada con el movimiento de magma— y que la actividad explosiva ha generado flujos de lava que, hasta el momento, permanecen confinados dentro de la zona de seguridad.
El presidente de la región de Sicilia, Renato Schifani, hizo un llamado a la calma: “Según los primeros datos, el material no ha superado el borde del Valle del León y, tal y como me aseguran, no hay peligros para la población”, declaró.
No obstante, desde la Protección Civil se mantiene la vigilancia constante del fenómeno. Su responsable regional, Salvo Cocina, recomendó evitar el ascenso al volcán, especialmente en la zona de la cima, al menos «hasta nuevo aviso», debido a la posibilidad de una evolución inesperada en la actividad volcánica.
Mientras tanto, el aeropuerto de Catania continúa operativo, aunque las autoridades no descartan tomar medidas si las condiciones empeoran. Por ahora, el Etna sigue mostrando su fuerza milenaria, recordando a todos por qué sigue siendo uno de los gigantes más imponentes y vigilados del planeta.
