• 4 de diciembre de 2023

La confusión inducida en Izúcar

Luego del acto encabezado por Nacho Mier en días pasados en el municipio de Izúcar de Matamoros, voces salidas de la espesa masa del misterio y la opacidad, han generado una andanada de chismes de quinto patio, en donde la constante es descalificar a la presidenta municipal Irene Olea, acusándola falsamente y sin el menor fundamento, de ser copartícipe y organizadora de dicho evento, para defenestrarla dura, cobarde y terminalmente, ante los ojos del gobernador Miguel Barbosa, y bajar sus bonos frente a la cúpula del poder poblano; con miras a cobrar la más abyecta de las venganzas, donde presumiblemente pudiera ser todo este lodazal, obra de su ex mentor, que no es otro más que Melitón Lozano Pérez y su grupo de regidores insurgentes.

Regidores insurgentes de Izúcar de Matamoros.

Ante tales cosas, vale aclarar de modo primario y primigenio, que los autores de dicho evento político, no son más que los chambeadores que responden al mote de: “ciervos de la nación”, y su secretaría de referencia, acto que no tiene nada de especial, lo malo es que desde el rincón de la “Poco-hombría”, se alienta un linchamiento sin motivo, sentido, propósito y eficacia; dando por resultado una andanada de molestias y nada más, en las que ha salido hasta este momento airosa la presidenta Irene Olea, bajo la máxima: “hay plumajes que cruzan el pantano y no se manchan…!mi pantano es de esos!”…

Sin duda alguna, estos esfuerzos inútiles de acabar con la vera efigie de la presidenta, son paralelepípedos a la frase que envuelve la acción de bañar a un burro (se pierde dinero, tiempo, agua y jabón), y pese a la inutilidad y nulidad de la acción, y a su daño aparente y en el mejor de los casos marginal, dan por resultado la pírrica consecuencia de que no pasó nada; y si somos generosos, casi nada…

Ante la nulidad de los resultados de los detractores de guarache en cuestión, basta decir que, muy lejos de los efectos esperados por los parias copartícipes de tan ridícula y clandestina acción; salieron a relucir los apoyos y adhesiones no esperados, teniendo como final feliz, la salida a la palestra para la defensa a ultranza de Irene, en la persona del diputado tepeaquense, Sergio Salomón Céspedes Peregrina y el gobernador del estado, entre muchos otros.

Sin duda los enemigos invisibles de la presidenta, van a necesitar primero, un curso rápido de ciencias políticas, en el que para mejorar sus ataques, tengan que leer el príncipe de Maquiavelo; y tras ver los panfletos que han aventado a la calle con tan mala redacción, tal vez podría aventurarse la hipótesis, que igualmente para redactar como Dios manda, necesiten además dos libros de letras españolas para mejorar su redacción; “mis primeras letras” y “el silabario de san Miguel”. Por lo anterior, quien esto escribe, quiere mencionar además, que la protervia empleada para tales actos, es infantil, inservible y sin el menor dividendo político.

Finalmente basta decir, que con tales acciones, lejos de acabar con la carrera política de Irene, éstos ataques le han fortalecido, abriéndole una gran expectativa y nuevas oportunidades que no se esperaba la munícipe; por lo que hay que recordar aquella frase de Robespierre: “hacer el bien es difícil, hacer el mal es más difícil, pues hacer el bien es simple, hacer el mal es complicado y tortuoso, pues no basta con hacer el mal, hay que hacerlo muy bien, para que salga muy mal…”

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